Según la emisora NRK, las intensas lluvias en los días previos al incidente pueden haber provocado movimientos de suelo en la zona.
Diez personas resultaron heridas, 26 inicialmente desaparecidas, aunque luego se determinó que el número real de personas desaparecidas era de 10.
A principios del 2 de enero se encontró el cuerpo de una segunda víctima, y más tarde ese día se encontraron dos personas más muertas.
Tres personas siguen desaparecidas y las búsquedas continúan en curso.
Varios expertos e ingenieros criticaron posteriormente al gobierno nacional noruego y al gobierno local por no tomarse en serio las áreas de alto riesgo y permitir que los proyectos de vivienda continuaran a pesar de tener "instrucciones claras sobre cómo tratar estas áreas durante más de cincuenta años".