En matemáticas, una autofunción (a veces llamada eigenfunción, del alemán eigen, propio) de un operador lineal "A", definida en algún espacio funcional, es una función f distinta de cero en ese espacio que devuelve al operador exactamente como es, a excepción de un factor de ajuste multiplicativo.
Precisamente, si se tiene por algún escalar λ.
Este escalar λ recibe el nombre valor propio, autovalor, valor característico o eigenvalor.
La solución al problema del diferencial del valor propio también depende de las condiciones de frontera requeridas por
En cada caso, sólo hay ciertos valores propios
) que admiten una solución correspondiente para
perteneciente al valor propio
) cuando se combina con las condiciones de frontera.
La existencia de las autofunciones suele ser la manera más perspicaz para analizar
{\displaystyle f_{k}(x)=e^{kx}}
es una autofunción para el operador diferencial para cualquier valor de
Si las condiciones de frontera son aplicados a este sistema (e.g.,
en dos ubicaciones físicas en el espacio), entonces solo ciertos valores de
satisfacen las condiciones de frontera, generando correspondientes valores propios discretos
Específicamente, en el estudio de señales y sistemas, la autofunción de un sistema es la señal
que introducido a un sistema, produce una respuesta
[1] Las autofunciones tienen un papel importante en muchas ramas de la física.
Un importante ejemplo es la mecánica cuántica, donde la ecuación de Schrödinger
{\displaystyle {\mathcal {H}}=-{\frac {\hbar ^{2}}{2m}}\nabla ^{2}+V(\mathbf {r} ,t)}
son autofunciones del operador
El hecho de que solo ciertos valores propios
satisfagan la ecuación de Schrödinger da lugar a una base natural para la mecánica cuántica y la tabla periódica de los elementos, con cada
un estado permisible de energía del sistema.
El éxito de esta ecuación en la explicación de las características espectrales de hidrógeno está considerado como uno de los grandes triunfos de la física del siglo XX.
Debido a la naturaleza del operador Hamiltoniano
, sus autofunciones son funciones ortogonales.
Esto no es necesario en el caso de las funciones propias de otros operadores (como el ejemplo
, en cuyo caso el conjunto
se dice que es ortogonal.
Además, es linealmente independiente.