Las cúspides, con forma de romboide a ovoide, están claramente separadas entre sí y se encuentran en algunas filas en espiral.
Además, los tallos presentan una serie de protuberancias, bultos o tubérculos sobre los que se sitúan las areolas.
Además está muy difundida como planta ornamental y se ha introducido en la región mediterránea para formar setos infranqueables.
Sin embargo, se ha convertido en invasora en provincias costeras y en algunas del interior ibérico, así como en Australia, donde está declarada Maleza de Importancia Nacional.
[3]La primera descripción de esta especie fue como Pereskia subulata, publicada en 1845 por el botánico alemán Philipp August Friedrich Mühlenpfordt en la revista científica Allgemeine Gartenzeitung 13: 347.