En el vaso interior del corazón, las aurículas (o atrios) son las dos cavidades saculares superiores, izquierda y derecha, separadas por un tabique (el tabique interauricular) y situadas encima de los ventrículos respectivos, con los que se comunican a través de sendos orificios auriculoventriculares dotados de válvulas.
[1] La aurícula derecha recibe la sangre carboxigenada que proviene de las venas cavas superior e inferior, tras haber recorrido el organismo.
A través de la válvula tricúspide pasa esa sangre al ventrículo derecho, el cual a su vez la bombea hacia la arteria pulmonar a través de la válvula pulmonar.
En los pulmones, esa sangre se oxigena y regresa al corazón a través de las venas pulmonares, que desembocan en la aurícula izquierda.
[2] Las venas atrioventriculares (TA: venae atrioventriculares cordis) son las que abastecen a los atrios y ventrículos del corazón.