Auditoría General de la República
La coadyuvancia en el control fiscal se entiende como la acción de colaborar, apoyar y acompañar a las contralorías, facilitando recursos y apoyo técnico, científico, académico o práctico que contribuya a los procesos de mejoramiento de las mismas.Posteriormente, la Ley 106 de 1993 le dio por primera vez organización administrativa a la Auditoría y la adscribió al despacho del contralor general, acción que sería declarada inexequible en la Sentencia C-499 del 15 de septiembre de 1998,[4] puesto que equivaldría una subordinación y dependencia de la Auditoría a la Contraloría que en este caso es el sujeto vigilado.Esta sentencia le devolvió la independencia a la entidad y por consiguiente la posibilidad de ejercer un control libre e imparcial de la función.Por lo anterior se dotó a la entidad de autonomía administrativa, presupuestal y jurídica.César Augusto López Botero llega en 2001 para rediseñar y orientar procedimientos así como para unificar metodológicamente el proceso auditor.Durante su gestión la Auditoría obtuvo un puesto permanente en calidad de invitado ante la OLACEFS (Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores).En 2011 Jaime Raúl Ardila Barrera es elegido para asumir el cargo e implementa el programa Pedagogía, prevención y control social, continua con el legado de Auditores universitarios y contribuye a la promoción de procesos de reingeniería del control fiscal.Para las contralorías departamentales del Meta, Guaviare, Guainía, Vichada y Vaupés; para la municipal de Villavicencio.Está dirigida a académicos, funcionarios y tomadores de decisiones, buscando mejorar la calidad de vida a través del fortalecimiento del control fiscal.