[14] Allí se montó un hospital provisional,[15] aunque los últimos 50 heridos fueron hospitalizados en San Petersburgo.
[17][18] Aunque los informes iniciales apuntaron a un fallo eléctrico como causa del descarrilamiento, la investigación demostró que pudo haberse producido a causa de un atentado terrorista, pues se encontró un cráter en el terreno cercano al lugar del accidente.
[19] Sin embargo, la versión oficial fue cuestionada por algunos ingenieros de la red ferroviaria, quienes sugirieron que el descarrilamiento pudo haber sido producido por uno o varios fallos técnicos sin que fuera necesaria ninguna explosión.
Este hecho confirmaba que se trataba de un ataque terrorista.
[25] La autoría del ataque fue atribuida inicialmente a un grupo nacionalista de extrema derecha,[26] hasta que otro grupo, los Muyaidines del Cáucaso se atribuyeron el atentado indicando que seguían órdenes de Dokka Umarov, considerado "líder de la insurgencia islámica del Cáucaso Norte".
Este vagón descarriló, pero se quedó en la vía y siguió enganchado al resto del tren.
El segundo vagón se desenganchó, volcó sobre un lado y por inercia siguió desplazándose por la vía en esta condición varias decenas de metros.
En el lugar del suceso fue encontrado un cráter de aproximadamente un metro en diámetro.
[29] El tren era conocido por llevar a varios oficiales del gobierno y ejecutivos rusos de negocios.
[34] La bomba fue detonada mediante control remoto y aparentemente tenía como objetivo a los investigadores.
En la segunda detonación no se produjo ninguna víctima mortal, sin embargo, hubo una persona herida fruto de la explosión, Aleksandr Bastrykin con traumatismo craneoencefálico,[35][36] por lo que tuvo que ser hospitalizado.
Bortnikov dijo que fueron realizados análisis genéticos de los bandidos, según los cuales confirman su participación en el atentado.