En la tarde del 6 de abril de 1994, el avión presidencial que transportaba al presidente ruandés Juvénal Habyarimana y al presidente burundés Cyprien Ntaryamira, ambos hutu, fue derribado con misiles tierra-aire cuando se preparaba para aterrizar en Kigali (Ruanda).
La responsabilidad por el ataque es controvertida, y la mayoría de las teorías proponen como sospechosos al rebelde tutsi del Frente Patriótico Ruandés (RPF) o los extremistas del "Poder Hutu" que se oponían a la negociación con el RPF.
La demostración de fuerza del RPF intensificó el apoyo a la ideología llamada "Hutu Power".
Hutu Power retrató al RPF como una fuerza alienígena que intentaba restablecer la monarquía tutsi y esclavizar a los hutus: una perspectiva que debe resistirse a toda costa.
[2][3] El avión presidencial era un jet Dassault Falcon 50 (regalo del primer ministro francés Jacques Chirac).
[4] El avión estalló en llamas en el aire antes de estrellarse contra el jardín del palacio presidencial, explotando en el impacto.
Toda esa evidencia está muy disputada y muchos académicos, así como las Naciones Unidas, se han abstenido de emitir un resultado definitivo.
Entre las otras hipótesis que se examinaron se encuentra una que involucra a los militares franceses, aunque no hay un motivo claro para un ataque francés contra el gobierno de Ruanda.
El informe francés de 1998 no hizo ninguna determinación entre las dos teorías dominantes.
Más tarde, Hourigan declaró que la investigación del derribo estaba claramente dentro de su mandato.
Lyons cree que Arbor estaba actuando por orden de cerrar la investigación.
[13] Días después de que se filtrara la sustancia del informe en 2004, Ruzibaza publicó su testimonio en un comunicado de prensa, detallando su relato y acusando además al FPR de iniciar el conflicto, prolongar el genocidio, llevar a cabo atrocidades generalizadas durante el genocidio y la represión política.