Con la llegada de la llamada Década Ominiosa(1823-1833), el Ateneo Patriótico Español fue clausurado por las políticas absolutistas.El mundo entraba en una nueva fase, hacía falta una resurrección de la vida española, en una especie de humanismo en la libertad, y Cádiz fue decisivo en esa transición hacia una nueva Sociedad.Por otro lado, ese sentido de la libertad y de la cultura va a venir matizado por la permanente actitud crítica, sin duda enriquecedora, que le hace estar abierto siempre a nuevos horizontes.Como dice Ramón Solís, "...el nacimiento de la burguesía gaditana de origen comercial, había hecho que el estudio y la preparación cultural era al fin y al cabo el único blasón del que se podría hacer gala…".El comerciante gaditano era generalmente un hombre culto, en la ciudad se vivía desde hacía años una tradición cultural, reflejada en las bibliotecas, colecciones de arte, tertulias, amor al teatro, etcétera.No podemos olvidar que a comienzos del siglo XIX había en Cádiz veinte librerías.