Ateneo Obrero de Gijón

Así, en 1904 abrió su biblioteca, que llegó a tener cerca de 19 000 volúmenes.[6]​ Esta institución estaba dedicada preferentemente a la formación de los obreros, aunque propugnaba una participación interclasista.[3]​ Poco después, el Ateneo fue creando las sucursales de La Calzada, El Llano y la Guía.[2]​ Comenzaron a desarrollarse actividades de muy diverso tipo, adaptadas a un Gijón que estaba dando sus primeros pasos en democracia, y desligadas de los aspectos educativos y asistenciales que pudo tener el Ateneo en su primera fase de existencia, ya que dichas necesidades estaban cubiertas por las instituciones públicas.La presencia es más cultural y social, realizando conferencias, charlas, mesas redondas, presentaciones diversas (libros, revistas, campañas...), proyecciones o excursiones.También se desarrollan diversas actividades no encuadradas en dichas secciones (excursiones culturales, memoria del Holocausto).