Cada año, un determinado número de personas son atacadas por tiburones, aunque estos ataques no suelen ser mortales.
[1] Sin embargo, no hay que ignorar su orientación a través del olfato y la vista.
En el año 2000, en el que se reportaron 79 ataques alrededor del mundo, once de ellos mortales.
El periódico The New York Times informó en julio de 2008 que el año anterior tan solo había muerto una persona por esta causa.
El lugar que ha registrado un mayor número de agresiones ha sido New Smyrna Beach, Florida.
Los ataques de tiburones a humanos están documentados desde hace siglos mediante ilustraciones u obras pictóricas.
Así han llegado grabados como el que detalla un ataque no documentado de escualos a un bote en el mar Adriático en 1900.
Un suceso similar ocurrió en la Segunda Guerra Mundial: el hundimiento del buque USS Indianapolis (CA-35) por parte de un submarino japonés,[3] que provocó que más de ochocientos hombres cayeran al agua y fueran diezmados sistemáticamente por los tiburones.