Ataque a Reginald Denny

[1]​ Divorciado de su primera esposa en 1986, sus padres se habían mudado a Sylmar, en Los Ángeles, cuando Denny era niño.[1]​[2]​ Denny se encontraba escuchando «probablemente la KKLA-FM, un canal cristiano, o la estación nacional KZLA».[1]​ Antoine Miller subió al camión y abrió la puerta de la cabina, dándole la oportunidad a un hombre sin identificar de sacar a Denny del vehículo y arrojarlo al suelo.[3]​ Cuatro residentes de raza negra del Sur de Los Ángeles (Bobby Green Jr., Lei Yuille, Titus Murphy y Terri Barnett), quienes habían visto lo ocurrido por televisión, fueron a socorrer a Denny.[10]​[11]​[12]​ Green, también camionero,[13]​ subió a Reginald al camión y condujo el vehículo hasta el Daniel Freeman Hospital, en Inglewood.[20]​ Por su parte, otros oficiales detuvieron a Henry Watson y Antoine Miller, mientras que Gary Williams se entregó poco después.En los argumentos finales, los abogados de la defensa afirmaron que Williams y Watson habían sido utilizados como chivos expiatorios en los disturbios.[9]​ Durante un descanso en el juicio, Denny se acercó a la madre de Williams, Georgiana, y la abrazó.[10]​ A Watson se le tuvo en cuenta el tiempo cumplido y fue condenado a tres años de libertad vigilada por los asaltos de Denny y el camionero Larry Tarvin.[10]​ Watson pidió disculpas posteriormente a Denny durante una aparición en el programa The Phil Donahue Show,[25]​ donde ambos se dieron la mano.[10]​[25]​ Como resultado de las lesiones sufridas durante el ataque, Reginald tuvo que someterse a rehabilitación durante años, habiendo resultado dañada, entre otros, su capacidad para poder hablar y caminar.LANS alegó que, en el espacio de una semana, una versión del vídeo subida por un usuario había sido vista cerca de 1000 veces a través del sitio web, argumentando que tal hecho dañaba su habilidad para licenciar la grabación.YouTube alegó juicio sumario en base al Online Copyright Infringement Liability Limitation Act, si bien este alegato fue denegado.LANS abandonó voluntariamente el caso sin reclamar daños y perjuicios, planeando en su lugar unirse a una acción contra YouTube en Nueva York.