Tras la invalidación de las acusaciones, Kießling volvió a ser llamado al servicio activo y finalmente se licenció con honores.
En 1983 el servicio de inteligencia del ejército alemán, Amt für den Militärischen Abschirmdienst (MAD) investigó afirmaciones que decían que el general Kießling era homosexual y frecuentaba locales de homosexuales.
En los locales TomTom y Café Wüsten varias personas identificaron una foto de Kießling como «Günter o Jürgen, en cualquier caso algo con "ü", del ejército».
A este dossier se añadía una carta del médico de la marina Friedrich-Albert Richarz, en el que este cuenta que Kießling había aparecido a una consulta vestido sólo con un albornoz y que habría estado jugueteando con sus genitales (el médico negaría más tarde haber escrito una carta de ese tipo).
Sin embargo, no consiguió convencer a Wörner y al público de que la grabación era correcta.