Asunción de santa María Magdalena

La obra se encontraba originariamente en la iglesia de santa María en Staggia, para la cual había sido comisionada a Pollaiuolo por el notario Bindo Grazzini, activo a en Florencia pero originario del pequeño pueblo fortificado.

Grazzini era particularmente devoto de la Magdalena, a la cual había hecho dedicar una capilla en la iglesia y también un pequeño hospital en su ciudad natal.

Cuatro ángeles alzan milagrosamente a María Magdalena de la gruta en la cual habitaba en el desierto en oración y penitencia, mientras un quinto le da la comunión.

La santa, cuyos larguísimos cabellos ásperos cubren su cuerpo desnudo, magro y marchito por el ascetismo, hasta las rodillas, alza las manos unidas en oración, dirigiendo la mirada a su meta celeste.

El movimiento ascendente está evidenciado, además de por cintas que se agitan, por la visión "a vista de pájaro" del paisaje, obtenida mediante un horizonte particularmente bajo, en el que el cielo se ilumina como al amanecer.