La radiación de alta energía, como la luz ultravioleta, puede romper los enlaces moleculares que retienen los átomos en las moléculas.
Sin embargo, las moléculas se pueden encontrar en muchos entornos, desde atmósferas estelares hasta satélites planetarios.
A estas altas frecuencias, las moléculas en la atmósfera de la Tierra pueden bloquear las transmisiones desde el espacio, y los telescopios deben ubicarse en lugares secos (el agua es un importante bloqueador atmosférico).
Los radiotelescopios deben tener superficies muy precisas para producir imágenes de alta fidelidad.
Los HAP parecen haberse formado poco después del Big Bang, están muy extendidos en todo el universo y están asociados con nuevas estrellas y exoplanetas.