Dicho impuesto debía ser pagado con hierro o con parte de su ganado.
[2] La Casa de Labranza en la llanada alavesa, tiene tejados a dos aguas, uno o dos pisos y la cocina en la planta baja.
En el bajo se encuentran también una o varias dependencias para recoger los aperos y otros enseres, además de las cuadras.
Hay una obra románica anterior a la iglesia del siglo XVI que parece abarcar toda la nave.
Las bóvedas y muros de la nave posiblemente conserven la policromía del siglo XVI.