Astérix y Cleopatra

Cleopatra mandó llamar a Numerobis, el mejor arquitecto de Alejandría, y le ordenó la construcción del palacio en el plazo señalado, si cumplía lo cubriría de oro, pero si fracasaba lo arrojaría a los cocodrilos.

El arquitecto, luego de pensarlo, emprendió un viaje hasta la aldea gala donde, al llegar, preguntó por Panorámix.

El jefe de la aldea, Abraracúrcix, y varios aldeanos los fueron a despedir hasta la costa.

Paletabis le encomendó a su empleado Tornabis que evitara la llegada de piedras para la construcción del palacio.

Numerobis se enteró de la maniobra y Astérix decidió que ellos irían a buscar las piedras.

Paletabis desesperado por detener la obra ideó enviarle a Cleopatra un pastel envenenado, como si fuese un regalo de los galos.

El catador de palacio lo descubrió, pero los galos le dieron un antídoto y se deshicieron del pastel.

Estos se negaron y enviaron un mensaje a la reina mediante Ideafix, informándole de lo que estaba sucediendo.

La gran esfinge de Guiza.