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Gaumata pudo hacerlo ya que el Esmerdis verdadero había sido secretamente asesinado por orden de su hermano.

Inmediatamente Cambises marchó contra el usurpador, pero murió antes de llegar a Persia.

Juntos decidieron compartir el secreto con otros tres conspiradores: Hidarnes, Intafrenes y Megabizo I.

Estaban todos haciendo planes cuando llegó Darío I y se les añadió.

Este hecho no representó el final de las rebeliones en la intranquila Elam.