Ha sido acusado de alentar la violencia contra la etnia musulmana rohingya del estado de Rakhine al noroeste del país, y contra los musulmanes en general a los que califica como «el enemigo».
A su salida encabezó la principal organización integrista budista birmana, la Ma Ba Tha, o Asociación Patriótica de Myanmar, también conocida como la Asociación por la Defensa de la Fe y la Raza, y que está emparentada con la también integrista Fuerza del Poder Budista de Sri Lanka.
Aunque los acusados fueron detenidos rápidamente —dos fueron condenados a muerte y el tercero se suicidó—, budistas exaltados asaltaron un autobús donde viajaban diez líderes musulmanes que fueron apaleados hasta la muerte, sin que se produjera ninguna detención.
Según relató un periodista del diario español El País, a la entrada del monasterio que rige Wirathu se exhiben fotografías con casas en llamas y cadáveres destrozados de la minoría rohingya.
[3] En unas declaraciones al diario español El País Wirathu justificó así el movimiento antimusulmán que lidera, negando al mismo tiempo cualquier actuación violenta:[3]