Ese año, el sultán de Delhi, Ghiyath al-Din Tughluq, envió un ejército dirigido por su hijo Ulugh Jan (luego conocido como Muhammad bin Tughluq) contra la capital de los kakatiyas, Warangal, después que el rey local, Prataparudra, se negara a pagar tributos.
Un primer asedio acabó en desastre, pues estalló una revuelta debido al falso rumor de la muerte del sultán en Delhi.
Prataparudra inicialmente opuso una fuerte resistencia contra los invasores, pero finalmente se retiró a Warangal.
[4] El primer asedio de Ulugh Jan no tuvo éxito: los cronistas musulmanes culpan a un hombre llamado Ubaid por este fracaso, aunque sus relatos varían sobre la causa exacta.
Según el cronista Abdul Malik Isami, Ulugh saqueó el territorio del reino en su camino a Warangal.
[5] Este último declaró que el fuerte caería en un día específico y se ofreció a ser ejecutado si su predicción fallaba.
[6] Sin embargo, los defensores no mostraron ningún signo de sumisión ese día y, por lo tanto, Ubaid ideó un plan para salvarse.
La veracidad del relato es dudosa, porque contradice las crónicas indias y porque lo escribió de memoria varios años después, tras regresar al actual Marruecos.
[9] Sea como fuere, se sabe que el primer ataque de Ulugh contra Warangal fracasó.
[8] Ulugh tuvo que huir y el ejército hindú lo persiguió hasta Kotagiri, donde Abu Riza acudió en su rescate.
[13] Ulugh decidió volver a Delhi saqueando la costa oriental del subcontinente en su camino, luego hizo construir una mezquita en Rajahmundry en 1324.