Weaver dijo que no se rendiría, y los miembros de su familia inmediata y el amigo de la familia Kevin Harris también se resistieron.
Tras vender todas sus posesiones y pasar una temporada con los Amish para aprender a vivir sin electricidad, compraron un terreno de ocho hectáreas en las montañas Selkirk, en el norte de Idaho,[2] zona frecuentada por survivalistas, separatistas blancos, libertarios y otros grupos del Movimiento Patriota.
La familia Weaver acudía frecuentemente al complejo de Aryan Nations, aunque como posteriormente afirmaron, lo hacían más como actividad social que por compartir su visión política.
La ATF señala que Weaver les vende armas con un alcance que excede el límite legal; sin embargo, un informante del FBI, también infiltrado en este entorno, advirtió a la seguridad de Weaver y las Naciones Arias: el informante de la ATF fue retirado del campo.
Por lo tanto, la ATF armó un archivo que incluía la venta de armas realizadas, así como acusaciones del atraco a un banco, alegando que Weaver ya tenía antecedentes penales.
[7] Aunque el jefe de libertad condicional poco después informó al juez del error de su departamento con respecto a la fecha del juicio, Ryan no canceló la orden, creyendo que Hofmeister pudo comunicar la fecha correcta a su cliente.
Randy llegó a la conclusión de que todo era una trampa del gobierno y decidió atrincherarse en su propiedad.
Tras la muerte del agente, los alguaciles pidieron ayuda inmediatamente al FBI, que mandó a la zona a su Equipo de Rescate de Rehenes (HRT, por sus siglas en inglés).
En total se movilizaron doscientos agentes, entre locales, estatales y federales, equipados con material militar.
Habiendo muerto un agente federal, el FBI consideró justificado disparar a matar contra cualquier adulto armado que se viera en la zona.
Horiuchi igualmente disparó contra Vicki Weaver mientras esta sostenía en brazos a su hija de diez meses, matándola en el acto.
Gracias a su mediación, los agentes federales pudieron entrar en la cabaña, arrestando a Randy y Kevin Harris e incautándoles diversas armas de fuego, todas legales.
Sólo fue declarado culpable del cargo por las escopetas recortadas que dio origen a todo y por haberse saltado la condicional.