Durante la refriega, tres senderistas cayeron abatidos,[4] mientras que dos heridos de gravedad entre los atacantes fueron enviados al hospital.
Tras el fallido plan, Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, fraguó el ataque masivo a Ayacucho y, especialmente, la cárcel.
Los senderistas llevaron el camión a las inmediaciones de la cárcel, aparcándolo en la parte trasera del complejo penitenciario.
[6] En el ataque, que duró media hora, fallecieron dos guardias republicanos y diez subversivos.
[5][6][9] Unos días después del asalto, Sendero Luminoso reivindicó el acto terrorista mediante una llamada telefónica al diario La República.