Asalto a Giurgiu

Rumiántsev no aceptó ninguna excusa e insitió en que Repnin tomase la plaza.

[4]​ Rumiántsev reforzó el destacamento de Essen hasta contar con 6000 soldados con los que marchó a Giurgiu.

Además, 400 soldados tras la fuerza principal llevaban equipo de trinchera para asaltar las posiciones otomanas y causar pánico entre sus filas.

Esto causó que ninguna de las tres columnas llegase nunca a escalar la fortificación otomana.

En su informe, Von Essen describió el asedio como una «desventura» que «amenazó a mi propia vida».