Asa de Judá

[2]​ Murió tras 41 años de reinado honrado por su pueblo, y le sucedió su hijo Josafat.

El profeta Azarías hijo de Oded, exhortó a Asa a reforzar la estricta observancia del judaísmo nacional, lo que el rey cumplió,[4]​ prohibiendo los antiguos cultos religiosos, y destruyendo todos sus santuarios.

[5]​ La reina madre, Maaca, también fue apartada por haber estado involucrada con los dioses, cultos y creencias de los pueblos vecinos.

[9]​ También se le reprochó confiar en los médicos y no en Dios para sanar de una enfermedad.

Murió dos años después y fue enterrado con sus antepasados en Jerusalén, en una tumba que había preparado.