Costeó sus estudios escribiendo para la revista Caras y Caretas sus primeros cuentos, en lo que usaba la sátira como antesala a la carcajada, prescindiendo de los tonos agresivos.
En 1921 el doctor Lorusso llegó a la ciudad de Alta Gracia en la provincia de Córdoba a pasar unas vacaciones por sugerencia de su colega y amigo el Dr. Trongé y quedó tan complacido con los encantos del lugar y del clima favorable para los cuidados de su mujer Ectelinda Lahitte, que se quedó a vivir definitivamente en la ciudad en una casa denominada Villa Italia, ocupada posteriormente por su amigo el Dr. Humberto Illia.
En su desempeño como médico rural gustaba conversar con sus pacientes, en su mayoría pobres, a los que les daba los remedios gratis.
Tuvo actuación política en la Unión Cívica Radical, solía conversar seguido con Hipólito Yrigoyen cuando se alojaba en el Sierras Hotel, mantenía también una estrecha amistad con Marcelo T. de Alvear y llegó a ser la máxima autoridad partidaria en la zona.
Asimismo escribió la novela Fuego en la montaña, por la que en 1936 ganó el Segundo Premio Nacional de Literatura (el primer Premio no fue nominado) y que fue llevada al cine en 1943 con guion de Arturo Lorusso, José Ramón Luna y Carlos Torres Ríos, quien además la dirigió.