El clasicismo holandés (en neerlandés: Hollands classicisme), a veces también llamado arquitectura barroca en los Países Bajos septentrionales o simplemente Barroco holandés, fue el principal estilo arquitectónico de las Provincias Unidas (1581-1795) en el siglo XVII que intentó reflejar los valores cívicos republicanos conectandolos con los de la Antigüedad clásica.
La importancia de los Países Bajos septentrionales hizo que la influencia de su arquitectura traspasara sus fronteras: arquitectos neerlandeses fueron contratados para importantes proyectos en la Alemania del Norte, Escandinavia y Rusia, diseminando su estilo por estos países.
La arquitectura colonial neerlandesa se construyó en lugares como el valle del río Hudson, donde se edificaron casas de ladrillos rojos con hastiales , y todavía puede verse en Willemstad (Curazao), aunque pintada de colores.
Se crean edificios de proporciones perfectas y una decoración escultórica muy modesta.
Recién a finales del siglo XVII aparecen las influencias francesas, traídas por los hugonotes.
[3] Además, sería gracias a un baile celebrado en esa sala de banquetes del inacabado palacio de Whitehall donde Constantin Huygens, diplomático humanista que se convertiría en asesor artístico del estatúder, se habría visto influido por esa nueva visión de la arquitectura que hasta ese momento no había cruzado las fronteras del Véneto (que también visitó).
Junto con Jacob Roman, reconstruyó el palacio Het Loo (cerca de Apeldoorn) y la embelleció con un magnífico jardín barroco.
El ejemplo más característico del clasicismo holandés en Ámsterdam es también el edificio más importante de la ciudad: el Antiguo Ayuntamiento en la plaza Dam, hoy palacio real, construido según diseños de Jacob van Campen entre 1648 y 1655.
Muchos de estos edificios fueron realizados por Philips Vingboons, mientras que algunos se atribuyen a su hermano Justus (1620-1698).
En este clasicismo tan sobrio, las pilastras ya no se utilizaron (o como mucho en el marco de la puerta).
Después de que la arquitectura del siglo XVIII estuviese dominada por los estilos franceses (Luis XIV, XV y XVI), el clasicismo experimentó un resurgimiento del interés a finales de siglo.
En los Países Bajos, sin embargo, el interés por la arquitectura antigua se combinó con un resurgimiento de su propio clasicismo del siglo XVII.
Un movimiento clásico típicamente neerlandés también se puede observar en la pintura del período posterior a 1625.