Fue opositor al régimen de Porfirio Díaz y se incorporó a la lucha armada en 1910.
Por su parte, Gómez -en tono osado- declaró que tenía "preparados alojamientos para Obregón y sus amigos en las Islas Marías o a dos metros bajo tierra".
Había gobernado la capital del país hasta poco antes de iniciar su candidatura.
Arnulfo R. Gómez llegó a Tampico el 31 de julio para hacer su campaña política.
"Los tiempos cambian -prosiguió-, ahora podemos observar que yo vengo representando al Álvaro Obregón de 1920, y a ese excaudillo lo tenemos convertido hoy en el Bonillas de aquella época.
Si desgraciadamente se desatara una nueva guerra civil, señalo ante el pueblo de México a Álvaro Obregón como el único responsable de ella, y estoy seguro que todos ustedes, valientes tamaulipecos, sabrán cumplir con su deber y en caso de ir a la lucha juntos entonaremos Las cuatro milpas, que será nuestro futuro himno libertario".
Justamente el 4 de agosto se le advirtió -mediante un mensaje anónimo- que varios individuos se iban "a alojar en el cuarto número 17 del Hotel Bristol", justo frente a la habitación que él ocupaba y que traían la encomienda de asesinarlo.
Dos semanas más tarde, Obregón llegó a Tampico y fue recibido por una "imponente manifestación".
[cita requerida] Esto quedó de manifiesto el 1 de octubre durante un evento militar al que estaban invitados el presidente Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón.
La campaña por la presidencia se cayó, y más tarde Gómez corrió la misma suerte que Serrano.
Siendo apresado en la sierra de Perote en Veracruz, es conducido a Coatepec donde se le forma un juicio militar en el Bar "La estrella de oro", al que no llega porque es encerrado en el vagón del tren donde iba prisionero.