Holz fue el primer redactor jefe de la revista Freie Bühne (Escena libre); pero, a pesar de su triunfo literario, no conoció el éxito financiero antes de la tragicomedia Traumulus (1904).
Vivió una pobreza extrema, fue marginado por los nazis, que veían en su teatro una manifestación de literatura decadente, y hasta los cincuenta y tres años vivió en una buhardilla e incluso tuvo que subsistir vendiendo juguetes que él mismo hacía.
Indicó los nuevos caminos a seguir al teatro alemán.
Del mismo modo que había rechazado la métrica tradicional para sustituirla por el verso libre, logró revolucionar las formas dramáticas y sustituyó las intrigas habituales, almibaradas y aprisionadas en un lenguaje formalista, por un torbellino de vida naturalista.
En colaboración con su amigo Johannes Schlaf (1862-1941), compuso en 1890 dos piezas ejemplares del nuevo teatro alemán, La pasión de papel y La familia Selicke, que traducían al público la lección del dramaturgo Henrik Ibsen e influyeron poderosamente en el nuevo teatro naturalista de Gerhart Hauptmann.