Después de una serie de resultados prometedores como amateur (7º en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Melbourne, vencedor del Campeonato de Italia de ruta y subcampeón del mundo en 1957), pasa a categoría profesional en 1958.
Durante los primeros años, actuó principalmente como gregario de Ercole Baldini y Gastone Nencini, a pesar de lo cual logró terminar 7º en el Giro de Italia y el Tour de Francia 1960.
En la edición del Giro del año siguiente, consiguió meterse en una escapada en la 14.ª etapa y se hizo con la maglia rosa.
En los días siguientes, consiguió defender el liderato ante los ataques continuos de Anquetil, Gaul y Van Looy, logrando así ganar el Giro de Italia sin ganar ninguna etapa.
Durante los años siguientes, finalizó 5º en el Campeonato mundial de 1962 y venció en la Flecha Brabançona, pero no logró igualar éxitos anteriores.