Las paredes de estos armarios están fabricadas con materiales aislantes y no combustibles.
Cuando la temperatura supera los 50 °C, las puertas y conductos de ventilación se cierran herméticamente, protegiendo los productos almacenados en el armario de un fuego exterior o sofocando el incendio si este se ha producido en el interior del armario.
Estos armarios se utilizan para almacenar productos peligrosos[1]-:[2] inflamables, explosivos, tóxicos, corrosivos y/o contaminantes.
Estos armarios son considerados auténticas cajas fuertes dado el espesor de sus paredes.
Cuentan con cerraduras profesionales certificadas según la norma Europea EN1300 ( Electrónicas, a llave o de combinación).
Los armarios de seguridad ignífugos se basan en normativas Alemanas DIN contra incendios que han sido adaptadas para ser utilizadas en toda Europa bajo las siguientes normativas UNE-EN: En adición al grado de seguridad, las cajas fuertes y armarios de seguridad están también disponibles en versiones ignífugas con protección contra el fuego.
Esta normativa garantiza que el producto no contiene ningún tipo de producto inflamable y que cuenta con una resistencia directa contra el fuego y llamas, actuando de barrera corta-fuegos.
Los armarios DIN también cuentan con la protección añadida contra agua, llamas y gas al ser estancos.