Armando Villegas

Esta élite representa históricamente en sentido paradigmático el nacimiento del Arte Moderno en Colombia.

Se vincula a los medios culturales Dominicanos, y es justo allí, inspirado por el contacto directo de su espíritu Andino con la atmósfera del Caribe, en dónde empieza a gestar aquellos personajes de su iconografía fantástica, los cuales han prevalecido hasta hoy grabados como una impronta en el inconsciente colectivo nacional e internacional.

En 1977 viajó a México en donde tuvo la oportunidad de conocer e intercambiar conceptos con el maestro Rufino Tamayo.

Así mismo mantuvo una estrecha amistad, y un permanente diálogo con el maestro ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, entre otros.

Los cuales gravitaron en su totalidad en los distintos compromisos que el artista ha tenido para exponer tanto a nivel nacional como internacional.

Se destacan especialmente exposiciones en la Feria Internacional de Basilea (Suiza) en 1984, Seúl (Corea del Sur) invitado por la Universidad de Dankook como la primera muestra individual que realizaba un artista suramericano como exponente del Realismo Fantástico en las artes plásticas, Tokio, y Nueva York entre otras.

Pocos días después de su nacionalización, viajó a Cali para presentar su última exposición personal.

Su verdad es que el artista permanentemente debe estar en la búsqueda de distintas posibilidades para recrear su imaginación.

Su estudio en Bogotá (Colombia), como lo define él mismo, es un laboratorio de inquietudes que hacen volar la imaginación.

El entierro (1952). Un pasaje típico de su tierra natal.
Pintura de Villegas que preside el salón Túpac Amaru en el palacio de gobierno