La joven Armancia, bella pero atípica, es el amor del «héroe», el joven y también atípico Octavio, brillante y taciturno.
Sin embargo, se opone un obstáculo en su amor: Una serie de indicios acabarán dando a entender que Octavio es impotente, a raíz de un grave accidente.
Octavio con su sufrimiento, ha alcanzado un gran desarrollo interior; él solo, podría decirse, ilustra el «mal du siècle» de los románticos.
Pero Stendhal, con más sutileza, supo infundir discretamente el secreto sobre la obra sin mencionarlo nunca explícitamente.
El libro está dedicado a la duquesa.