[1] Claire de Duras vivió Francia y Londres durante la Revolución Francesa hasta 1789, y regresó a Francia en 1801 como Duquesa de Duras.
[2] A instancias de su amigo Chateaubriand, al que había conocido durante su exilio en Londres, publicó en 1823 Ourika, que obtuvo un gran éxito, aunque caería en el olvido tras la abolición de la esclavitud en 1848 —fue recuperada a finales del siglo XX y principios del siglo XXI—.
Ourika toma dolorosamente conciencia de su condición de mujer negra: Je me vis négresse, dépendante, méprisée, sans fortune, sans appui, bientôt rejetée d'un monde où je n'étais pas admise ('Me veo negra, dependiente, despreciada, sin fortuna, sin apoyo, pronto rechazada de un mundo donde no fui admitida').
Después de una decepción amorosa, se resigna a su exclusión y muere prematuramente en un convento.
La autora ha sido reivindicada en estos últimos años por su originalidad y su vigor como escritora, lejos del sentimentalismo de sus coetáneos, y no solo por las feministas.