Cuenta con una secuela, Aristóteles y Dante se sumergen en las aguas del mundo, publicada en 2021.
A la mañana siguiente de enterrar al pájaro, Ari se despierta con una terrible gripe.
Los padres de Ari lo cuidan para que recupere la salud, aunque sus pesadillas persisten.
Mientras Dante sale casi ileso, Ari está muy lastimado y es llevado al hospital.
Ari termina hospitalizado con sus piernas y su brazo izquierdo enyesados, mientras que Dante sufre heridas leves pero se siente abrumado por la culpa.
Dante visita a Ari en el hospital, consigo trae dos novelas y su cuaderno de bocetos.
Ari cree que Dante le entrega el boceto sólo porque se siente culpable.
La mejora lo hace más feliz, pero aun se siente asfixiado en su propia casa y teme el comienzo del año escolar con la ausencia de Dante.
El día en que por fin le quitan los yesos a Ari, da un paseo por la antigua casa de Dante; se encuentra con una perrita callejero, la adopta, y lo nombra «patas».
El último día de clases, Ari va con Gina y Susie al desierto a emborracharse.
Luego, Ari afirma no haber sentido nada, mientras que, Dante está molesto porque sí sintió algo.
Gina y Susie pasan por la farmacia donde trabaja Dante; ahí les cuenta cómo Ari le salvó la vida.
Ari está furioso con Dante porque rompió la regla de no hablar del accidente.
La próxima vez ambos van al desierto, Dante trae dos cigarros para que se droguen; Dante le cuenta que le gusta un chico del trabajo llamado Daniel; empieza a llover y ya ambos drogados, se desnudan totalmente (por excepción de los tenis) y corren desnudos bajo la lluvia.
A la mañana siguiente, el padre de Ari le anuncia que la tía Ofelia murió por un derrame cerebral.
Los padres de Ari están enojados por aquel hecho y el desapruebo por su orientación sexual.
Después del funeral, la madre de Ari se ofrece a contarle finalmente todo sobre Bernardo.
Cuando Ari lo niega, su padre le contesta que sus acciones (como salvarle la vida y vengar a quienes lo golpearon) solo demuestran su amor por él.
Después, Ari finalmente lo acepta y se derrumba, avergonzado de amar a un chico.
Después de eso, Dante y Ari salen al desierto, donde Dante le dice a Ari que ya no pueden ser amigos porque es demasiado difícil para él amarlo y no ser correspondido.
El libro termina con Ari preguntándose: «¿Cómo podría haberme avergonzado jamás de amar a Dante Quintana?».