Archivo Mitrojin

La segunda parte del libro fue publicada en 2005, cuando Mitrojin ya había muerto, finalmente produciendo The Mitrokhin Archive.

En la ex Alemania Occidental, por su parte, ese organismo soviético había logrado penetrar en los estamentos de los principales partidos políticos (sobre todo el SPD y la CDU), así como el sistema judicial y la policía.

[14]​ Para la elección presidencial de 1970, la cúpula del Partido Comunista Chileno, informaba a la KGB -según el archivo-, que el candidato presidencial de la Unidad Popular era demagogo, un político débil e inconsistente y que poseía simpatías maoístas.

[15]​ Asimismo existen en el Archivo Mitrojin dos acusaciones adicionales: Christopher Andrew describió las siguientes medidas activas contra los Estados Unidos :[25]​ De acuerdo con las notas, el organismo de seguridad del gobierno soviético tuvo un papel clave en el establecimiento de regímenes comunistas títeres o satélites en Europa Oriental y en Afganistán.

Empero lo allí sucedido lo traumatizaría por el resto de su vida, y contribuiría ciertamente a guiar sus duras conductas posteriores.

En ese momento, el oficial de inteligencia soviético Oleg Kalugin, quien trabajaba bajo la cubierta diplomática de la embajada de la URSS en Washington informó desde la capital estadounidense que «él tenía acceso a “documentos absolutamente confiables que probaba que ni la CIA ni ninguna otra agencia [Occidental] estaba manipulando el movimiento reformista checoslovaco”».

[37]​ El veneno en cuestión había sido fabricado en el laboratorio secreto de venenos del KGB (conocido en ruso transliterado como Kámera, «Cámara»), el cual ya antes había producido la microscópica bolita de con ricina que terminaría matando al disidente búlgaro Gueorgui Markov en 1978, durante su exilio en la capital británica de Londres.

El futuro patriarca ruso Alexis II diría que Ródina había sido creada con la consigna principal de «mantener los lazos espirituales con nuestros compatriotas».

Un número de operaciones notables han sido supuestamente realizadas por el KGB para apoyar a terroristas internacionales con armas, actuando bajo las órdenes del Departamento Internacional del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

[55]​ Según el archivo Mitrojin, entre estas operaciones se incluían las siguientes: En 2002, el Parlamento italiano, en ese momento encabezado por la coalición conservadora de Silvio Berlusconi, la Casa delle Libertà, creó una comisión, presidida por el senador Paolo Guzzanti (del derechista partido Forza Italia), para investigar las supuestas implicaciones del KGB con figuras de la oposición italiana.

La comisión fue cerrada en 2006 sin haber podido aportar ninguna nueva evidencia concreta, más allá del material originalmente proporcionado por el archivo Mitrojin.

[61]​ Por su parte, Gerald Batten, miembro británico del Parlamento Europeo por Londres en representación del pequeño United Kingdom Independence Party, pidió que se realizasen investigaciones adicionales sobre las acusaciones surgidas a partir de las revelaciones proporcionadas por el archivo Mitrojin.

[62]​ La publicación de este material terminó generando interrogatorios parlamentarios en el propio Reino Unido,[63]​ así como también en Italia e India.

La comisión terminó en un escándalo y sin evidencia para inculpar a ningún político italiano.

El Congreso también remarco que no son documentos oficiales de la Unión Soviética.

Además, «la mano de la inteligencia británica es evidente, y Andrew claramente tiene una “relación especial” con SIS».

Luego, Reg Whitetaker comento sobre la prensa británica en cuanto se trata de espías y dijo que desde que los espías «Burges y Maclean tuvieron su momento en Moscú en 1951, los británicos han tratado el espionaje como una clase de pornografía», agregando que «es dudoso que muchos lectores incitados por el avance publicitario van a llegar lejos en este tomo voluminoso de casi cerca de 1000 páginas llenadas con nombre y fecha.

También dijo que el «texto es remarcadamente restringido y razonable en su manejo de los objetivos occidentales del KGB como agentes o fuentes.

[71]​ En cambio, contrabandeó hacia Occidente notas escritas a mano del contenido de los documentos.

Además, el material operativo coincide con intercepciones electrónicas occidentales e informes de agentes.

Los críticos se preguntan «cuánta más confusión fue cosechada cuando una sección fileteada de información sobre las operaciones del KGB en Occidente fue publicada bajo el nombre de Mitrojin en 1999, el mundo no secreto nunca va a saber.

Lo mismo aplica a este segundo volumen, que detalla los trucos sucios del Kremlin en el Tercer mundo.

Como con el primero, Mitrojin tiene un coautor, Christopher Andrew, un historiador que disfruta ataduras cercanas con la seguridad y los servicios de inteligencia británicos».

El clásico emblema del KGB, una espada y un escudo, aparece en la portada de los seis libros publicados por Vasili Mitrojin y Christopher Andrew . Ese conjunto suele ser conocido con el nombre genérico de "Archivo Mitrojin".