La archieparquía extiende su jurisdicción sobre los fieles de rito antioqueno maronita residentes en la parte noroccidental del Líbano.
Comprende los distritos de Trípoli, Akkar, Zgharta y Koura.
[4] Sin embargo, el sínodo acordó que las diócesis no serían asignadas hasta que el número de obispos se redujera hasta 8, lo cual se puso en práctica durante el patriarcado de Youssef VIII Hobaish (1823-1845).
Con la ayuda del cónsul francés pudo obtener un terreno para establecer un cementerio y un hospital maronita.
En 1867, sin embargo, fue exiliado y asistió al Concilio Vaticano I en el período 1869-1870, convocado por el papa Pío IX.