Esta cofradía saca cuatro tronos a la calle: Ntro.
Cerca del año 1770, se encarga al taller de Francisco Salzillo, insigne escultor murciano, la hechura de una talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, atribuyéndose su ejecución al discípulo más aventajado de éste, Roque López,[1] cuya imagen procesionó en esta villa hasta 1936.
En los siguientes años, se produce la incorporación de Jesús Resucitado, y posteriormente, en el año 1945, es donada la imagen del Cristo de la Buena Muerte.
Desde 1939 hasta este año, procesionó en su lugar, sobre unas sencillas andas, el Cristo Yacente de la Cofradía de Ntra.
de las Angustias, tras la ceremonia conocida como "del desenclavamiento".