Su fábrica original es románica o protogótica, del siglo XIII, y ha sido desplazada de su original disposición, quedando un lienzo de muro con canecillos orientado al sur y la portada extrañamente al este.
Lo llamativo de esta iglesia es la torre, construida en 1775, año en el que debió reformarse casi todo el edificio.
El retablo mayor mantiene elementos de la estética romanista pese a estar muy cercano en estilo a la fase prechurrigueresca dada su cronología avanzada, hacia 1670.
Hasta hace pocos años, albergó la talla de una Virgen sedente gótica del siglo XV, en la actualidad en el Museo Diocesano de Santillana del Mar.
Muestras dos espadañas, una pequeña sobre el presbiterio y una mayor, muy bella, en el hastial.