[2] Cuando finalmente les permitieron salir del país, Jacobo Árbenz fue humillado públicamente en el aeropuerto porque las autoridades liberacionistas hicieron desnudar al expresidente ante las cámaras, alegando que llevaba joyas que había comprado para su esposa en Tiffany's en Nueva York utilizando fondos de la presidencia; no se encontraron joyas durante el interrogatorio que duró una hora.
El presidente derrocado rechazó esta petición, pues consideró que tal gesto habría marcado el final de su carrera políticaal ello impedirle realizar actividades de resistencia.
[6] Árbenz intentó regresar a América Latina varias veces y finalmente se le permitió mudarse a Uruguay en 1957[7] (Árbenz se unió al Partido Comunista ese año).
La experiencia de la familia resultó tibia: los vínculos comunistas del expresidente, especialmente con José Manuel Fortuny, y el paso forzado por Checoslovaquia, la URSS y China, despertaron sospechas.
Por esto fue severamente reprendida por sus padres, quienes se avergonzaban de su comportamiento rebelde.
Tras dejar París rumbo a México, mantuvo tórridos romances con el periodista guatemalteco Jorge Palmieri y con el futuro dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, quien la ayudó a iniciar su carrera como actriz.
[1] Árbenz Vilanova pasaría a aparecer en una película experimental llamada Los bienamados.
[1] En 2011, con un acuerdo escrito, el Estado guatemalteco reconoció su responsabilidad internacional por «incumplir su obligación de garantizar, respetar y proteger los derechos humanos de las víctimas a las garantías judiciales, a la propiedad, a igual protección ante la ley, y a la protección judicial, que están amparados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y que fueron violados contra el expresidente Juan Jacobo Arbenz Guzmán, su esposa, María Cristina Vilanova, y sus hijos, Juan Jacobo, María Leonora y Arabella, todos de apellido Árbenz Villanova».