Tenía áreas blancas sin plumas alrededor de los ojos e iris amarillos.
La cara, la barbilla, el pecho, el abdomen y los muslos eran de color naranja.
[5] El guacamayo cubano se diferenciaba físicamente del guacamayo escarlata por la falta de un parche amarillo en el hombro, su pico completamente negro y su tamaño más pequeño.
Durante el siglo XIX, la población humana en su ámbito de hogar aumentó dramáticamente, lo que lleva a la deforestación generalizada.
Hasta 1849, la especie parece haber sido capaz de mantener su posición por lo menos en áreas remotas nunca visitadas, pero posteriormente, la población disminuyó drásticamente y no pudo recuperarse.
Los registros no confirmados sugieren que las aves han persistido en ella hasta 1885.