Aprovechan las cavidades hechas por los pájaros carpinteros (familia Picidae) u otros huecos formados naturalmente en árboles de madera suave, para allí establecer sus nidos, a una altura del suelo que puede ir de los 7 hasta los 30 cm.
Debido a sus necesidades alimenticias, realizan constantes desplazamientos entre los territorios cercanos en busca de comida.
Mientras lo hacen, se mantienen en constante contacto mediante potentes vocalizaciones, las que son audibles a largas distancias.
Es popular como ave doméstica por su comportamiento sociable y porque aprende a imitar palabras, además de por su colorido plumaje.
Está protegida por diversas leyes y decretos en países como Costa Rica, donde era común tanto en la región del Pácífico como en la del Caribe pero casi no existe en la cuenca del Caribe y sus principales poblaciones persisten en los parques nacionales Corcovado y Carara, así como en el Área de Conservación Guanacaste.