Aquiles Tacio

Esas ekphráseis e historietas intercaladas eran, seguramente, muy del gusto de la época, aunque choquen con nuestras convenciones novelescas.Aquiles Tacio resulta un tanto lascivo en contraste con el religioso tono y lo sublime de Heliodoro, como ya notaron los bizantinos, que apreciaban muchos estas dos novelas.Esta obra, sin embargo, podría ser una creación de otro Aquiles Tacio, que vivió en el siglo III.El fragmento se publicó por primera vez en 1567, después en el Uranologion del erudito jesuita Denis Pétau, con una traducción en latín en 1630.[7]​ La misma fuente también menciona una obra de Aquiles Tacio sobre etimología, y otra titulada Historias Misceláneas.