Aquiles Ocanto no comenzó a jugar fútbol a temprana edad como la mayoría, pero no le ha hecho falta, porque el talento lo tiene y eso le ha permitido hacerse un nombre en el balompié venezolano, sin problemas.
Es que él necesitaba más espacio para correr, desplegar sus habilidades y buscar un mejor futuro, así que dejó los salones para jugar en unas canchas un poco más grandes y, en algún momento, en los principales estadios del país.
Entonces, en 2006, llegó al recién fundado Guaros Fútbol Club y comenzó a jugar en las categorías inferiores.
Al final de la temporada 2006-2007, cuando se selló la expansión en la Primera División del fútbol venezolano, el novel cuadro rojinegro logró el ascenso y ahí estaba Ocanto, listo para aprovechar su oportunidad, teniendo como aval sus buenas actuaciones en Segunda y con la sub-20, con la que había quedado campeón.
Ese día, Guaros empató 2-2 con Monagas y él fue uno de los jugadores más destacados.
Y con ella logró su primer título en el profesional, en la temporada 2011-2012, bajo la dirección de Eduardo Saragó.