Apoteosis de santo Tomás de Aquino (Zurbarán)

Fue encargado a Zurbarán por la suma de 400 ducados, el 21 de enero de 1631, por Fray Alonso Ortiz Zambrano —prior y rector del colegio— a quien debe atribuirse su complejo programa iconográfico, si bien su plasmación pictórica debe vincularse únicamente a Zurbarán.

El nivel inferior —núcleo de la obra— está centrado en la alta y corpulenta figura de santo Tomás, que eleva la mirada al Cielo, viste el hábito religioso dominicano, y se dispone a escribir la Summa theológica.

Le rodean los cuatro doctores de la Iglesia latina, dialogando entre ellos y reclamando con las manos la atención sobre unos textos.

Este grupo es, sin duda, la parte más bella del cuadro.

Al fondo se ven los edificios levantados en terrenos cedidos por Carlos I.