Antonio Lizarza

Fue uno de los carlistas elegidos, ya en marzo de 1934, para entrevistarse con Benito Mussolini y recibir formación militar en la Italia fascista.

Lizarza fue el encargado de ocultar, distribuir y guardar las armas, como él mismo relata en sus Memorias de la Conspiración (Editorial Gómez, Pamplona, 1953).

Lizarza fue llevado a la cárcel Modelo de Madrid, donde permaneció preso hasta ser la capital de España ocupada por las tropas del general Franco.

Acabada la guerra, en mayo de 1941, fue designado presidente del equipo de fútbol regional, el Club Atlético Osasuna, puesto que ocupó hasta 1943 y en el que le sucedería Antonio Archanco.

En el verano de 1944 participó en las tareas organizativas para combatir al Maquis que, al mando del también navarro Jesús Monzón Repáraz, pretendían entrar en España por el Valle de Arán y derrocar al régimen de Franco.

Casa Francisquenea, Leitza