Vivió su juventud en Valencia, donde descubrió la literatura, principalmente la poesía, con J. V. Foix como referente axial.
En 1993 participa como coordinador de una gran obra colectiva en homenaje al escritor valenciano Joan Fuster.
Desde entonces, sus escritos son un punto de partida en la Literatura Comparada, alternando esta tarea con una obra creativa que va desde la poesía, la narrativa y, fundamentalmente, el ensayo teórico.
[1] Por estas fechas inicia la redacción de un dietario, del que surgirá su libro L’erosió (Edicions 62, 2001).
Antoni Martí recorre la Argentina de finales de los noventa, inmediatamente anterior a la cris del 2001, ahondando en descripciones reflexivas sobre la decadencia progresiva (cuya metáfora es la erosión patente en todo el texto) sufrida por la metrópoli rioplatense durante la segunda mitad del Siglo XX.