Antonio Guízar y Valencia
Realizó sus primeros estudios en Cotija, y en la misma ciudad ingresará al Seminario; auxiliar del correspondiente seminario Conciliar establecido en Zamora al que ingresará para realizar sus estudios de Filosofía y Teología.Desplegó una actividad pastoral inaudita, creando, entre otras cosas, una Congregación de Sacerdotes Misioneros llamados Esperancistas.Guízar Valencia tuvo que sufrir junto con la diócesis dos largos decenios: primero, la persecución religiosa de 1926-1929 y, después, en los años 30, la persecución impulsada por los sucesores de Calles y el cardenismo.Cuando ellos firmaron el documento para la suspensión de cultos y apoyando a los cristeros, Mons.La Iglesia tuvo así mejores condiciones que en otros lugares donde sí hubo guerra cristera.Así, volvieron los sacerdotes exiliados, se reabrió el Seminario, se erigieron nuevas parroquias, surgieron nuevos colegios religiosos e instituciones que vinieron a dinamizar la vida de los laicos.Guízar y Valencia dejó una diócesis consolidada, entregó el Seminario organizado, con él, la diócesis recobró la vitalidad y alcanzó un grado de actividad pastoral que no había tenido antes; se preocupó por la formación del clero y por la acción de los movimientos de seglares; promovió con un juicio muy certero a los obispos que han surgido de Chihuahua, como Mons.