Antonio Emanuel Ne Vunda

Desembarcó en España y tres años más tarde llegó a Roma vía Génova.

[3]​ El Papa Pablo IV acudió al lecho del embajador, que aun enfermo celebró la audiencia con el líder de la Iglesia.

Sus puntos despertaron el interés del pontífice, pero el plan de la Iglesia para la independencia en el Congo no salió adelante debido a su muerte pocas horas después.

Fue enterrado por orden del Papa en la Basílica de Santa Maria Maggiore, en Roma, en una pomposa ceremonia fúnebre.

Un busto de Antonio Emanuel realizado entre 1608-1609 por Francesco Caporale en pórfido se puede ver en Santa Maria Maggiore.