[2] Ante la situación que existía de sueldos extremadamente bajos de la clase militar en Campeche, Benavides propuso a la corona que se asignasen las rentas de las encomiendas vacantes para crear un fondo que pudiera compensar económicamente a los militares.
Esta propuesta causó un gran malestar entre los encomenderos de toda la provincia, quienes veían por ese hecho peligrar sus ingresos y prerrogativas en favor de los milicianos.
Algo semejante ocurrió cuando una iniciativa parecida pero en favor de los religiosos jesuitas comenzó a gestarse en la provincia.
En este caso la reacción adversa fue mucho más amplia, toda vez que este proyecto hubiera lesionado el interés mayoritario puesto que la sal era un artículo de primera necesidad cuyo precio y comercio afectaba a todos.
Este derivó de una ordenanza real aplicable a todas las Índias que había tenido su origen en la queja de los grandes manufactureros españoles de vino que habían visto decrecer sus exportaciones hacia las colonias y buscaron la protección real para sus intereses.