Antonin Gadal

Montaillou, la población que siguió siendo una comunidad secreta cátara hasta el siglo XIV y cuyos registros de la Inquisición fueron la base para el libro de Ladurie Montaillou, village occitan, también está cercana.

Gadal se crio en una casa cercana a la del historiador tarascón Adolphe Garrigou, especializado en la historia de los cátaros (junto con su hijo, es recordado con una placa en el edificio donde vivió en una plaza de Tarascón).

Defendía que en la cuenca del Ariège, y más particularmente en las cuevas de Lombrives, los perfectos cátaros (la elite espiritual del movimiento) se sometían a una iniciación de tres años de duración en la cual experimentaban una transformación del alma humana, bastante parecida a la experimentada por Cristo en los Evangelios (transfiguración, muerte y resurrección).

Además de su trabajo en la región del Ariège, Gadal viajó por toda Europa y por el mundo dando conferencias sobre los cátaros y sus descubrimientos y teorías, muchas de las cuales eran rechazadas por los académicos por considerarlas demasiado místicas o especulativas.

Entre sus obras podemos destacar La herencia de los cátaros y En el camino del Santo Grial, ambas impresas por Rosycross Press, la editorial de los Lectorium.