En 1835 pasó a Zaragoza como prima donna assoluta y en 1838 marchó a París para perfeccionar su técnica.
De vuelta en España en 1841 cantó como prima donna en los teatros de muchas de las mayores ciudades españolas y en Oporto en 1845 y 1846, año en que solicitó al ayuntamiento de Madrid su jubilación, a la que tenía derecho por los años que había trabajado en los teatros del Príncipe y de la Cruz.
[1][2] En París tuvo como profesor de canto a Francesco Piermarini, a quien ya conocía pues en 1829 había llegado a Madrid para trabajar en los teatros del Príncipe y de la Cruz y en 1830 fue nombrado primer director del Real Conservatorio de Música y Declamación de María Cristina, cargo que desempeñó hasta 1838, cuando se trasladó a la capital de Francia.
Atendiendo a su demanda el alcalde 1º exigió a la solista representar el papel asignado por el director de la compañía en cumplimiento del contrato, pero finalmente, al persistir en su negativa, la función no se representó y a la Campos, que pasó luego un tiempo sin salir a escena, le fue impuesta una multa.
[7] En la temporada 1843-1844, sin dejar los teatros madrileños, trabajó contratada como prima donna de la compañía lírica formada por José Máiquez para los teatros de Valencia, Málaga y Granada, con Pedro María de Unanue de primer tenor.